Los faros son puntos inhóspitos, vigilantes incasables de los navegantes, siempre ayudándolos en su ruta de regreso al hogar para que no se extravíen en el mar. Pero, adicionalmente, permiten observar el océano en toda su inmensidad, con su afabilidad, su bonanza y también su furia. Despertar, una vez que ha descansado en uno de ellos, es una vivencia notable que, por otra parte, es factible vivirla. Y es que en decenas de faros de todo el mundo, han sido rehabilitados y reformados en pequeños y cariñosos hoteles. Una gran idea novedosa que ofrece la opción de pernoctar una noche de ensueño en sitios brutales y únicos. Podrá vivir algunos estereotipos de estos admirables emplazamientos, casi acolchados por el manto del mar. Algunos de éstos faros son los siguientes.